La Ruta de la Seda Polar
- Jorge Chapas
- 4 jun
- 2 Min. de lectura
Guatemaltecos: ¿podríamos atender lo que realmente importa?
“Si quieres ser próspero, primero construye caminos” es un refrán chino que viene bien a esta nota, porque curiosamente, China no se ha conformado con construir miles de kilómetros de caminos y carreteras de primer mundo, sino que, con una ambición digna de imitar, se ha lanzado a abrir nuevas rutas marítimas.
La Ruta de la Seda Polar es una ruta marítima que supone un recorrido de 5,300 kilómetros, desde Beijing hasta Rotterdam, Países Bajos, pasando por las costas de Rusia y el círculo polar Ártico, donde las condiciones de hielo y navegación son altamente desafiantes. Reducirá el tránsito del sudeste Asiático a Europa occidental en más de 6 mil kilómetros y entre 10 y 15 días el tiempo de navegación con respecto a la ruta del Canal de Suez, representando un 40 % de ahorro en los costos de transporte marítimo.

“El calentamiento global ha acrecentado la relevancia geopolítica del Ártico debido a que el deshielo de la región facilitará el acceso a nuevas rutas internacionales de transporte, así como a cuantiosos y potenciales recursos naturales” según Mundo Obrero. En este sentido, el fulano “cambio climático” lejos de ser una amenaza se ha convertido en una oportunidad.
La iniciativa se fragua al calor del Consejo Ártico, donde Estados Unidos, Rusia, Canadá, Dinamarca e Islandia reclaman intereses como estados miembros. China, aunque participa solo como país observador, dispone de un elemento diferenciador: dos buques rompehielos pesados y uno “nuclear” (propulsado por reactores nucleares) en construcción.
La Ruta de la Seda Polar es un golpe en la mesa por parte de China a favor de la globalización y el comercio. ¿Nos preparamos en Guatemala para aprovechar estas futuras pero no tan lejanas oportunidades que se gestan en el Oriente del mundo? Respuesta: ¡No!
----
Junio 4, 2025
Fuentes de la imágenes de porta e interna: Mundo Obrero y Emol.
Comentarios