Sufres al verme
- Jorge Chapas

- 18 jul
- 2 Min. de lectura
Del cómo lograr un trato digno en el transporte
La reciente protesta de pilotos de rutas cortas en la zona sur de la ciudad capital es una nueva muestra del caos que genera la injerencia de los gobiernos en el transporte público. Esto no es nada nuevo, y tiene lejanas y profundas raíces socialistas.
El punto seis de las 10 medidas de política escritas en el Manifiesto Comunista de Karl Marx (1848) establece “la centralización en manos del Estado de todos los medios de transporte”. Así y desde entonces las izquierdas vienen haciéndote creer que el transporte público debe ser provisto y regulado por los gobiernos. El problema es que ese modelo, como todo lo que viene del socialismo, no funciona; genera altos costos, inseguridad y un pésimo servicio.
Bajo este modelo alcaldes y corporaciones municipales deben sentarse a la mesa con empresarios y negociar oscuramente las tarifas. Este modelo ha desincentivado la inversión privada y ha creado la dependencia de las empresas al subsidio, siendo esta una de las causas de tanta extorsión y asesinato de pilotos. ¿Ves cómo el socialismo nos conduce al desorden, la corrupción y la muerte?
La solución real pasa por renunciar frontalmente a las 10 medidas socialistas de Marx, las cuales se suscriben desde la misma Constitución, y específicamente este asunto en el Art. 131: servicio de transporte comercial. Con excepción de aquellas normas de orden y seguridad vial, deben derogarse todas las leyes y políticas que interfieran en esta actividad privada, devolviendo así a las empresas la libertad de ofrecer un servicio de calidad, seguro y a precios justos.
“Sufres al verme” se lee en algunas unidades. Y así es: hoy el sistema de transporte público es una carga pesada para los guatemaltecos de-a-pie. ¡Debemos privatizarlo verdaderamente para que tú seas tratado dignamente!
Agosto 28, 2020
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Credito a la imagen: Camionetas y releteros de Guatemala



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