Leyes miserables creadoras de pobreza
- Jorge Chapas
- hace 13 minutos
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Leyes miserables creadoras de inmoralidad
“¿Cuándo va a pagar?” le preguntó la inspectora del Ministerio de Trabajo, quien frente a una computadora sentenció con la misma frialdad que un criminal apunta el arma a la sien de su víctima. “Estoy quebrado inspectora, no tengo plata para pagar la demanda”, respondió el empresario mientras la inspectora se preparaba para apretar el gatillo: “Ese no es mi problema, la ley laboral dice…”.
Este caso es el de una pareja de esposos, ya entrados en años, a quienes ha costado mucho esfuerzo y trabajo hacer su patrimonio y que decidieron abrir una pequeña librería con la noble intención de ayudar a un familiar sin trabajo y ganar algo de plata. Adivina qué pasó: tanto el familiar como la empleada, ambas incapaces de hacer rentable el negocio durante 5 años, los demandaron por no cumplir con las “obligaciones” laborales que fija la ley. La empleada lo hizo recientemente, mientras el negocio quebraba gracias al cierre de la economía.
Como esta podría contar miles de historias. Ocurren todos los días. “¡Ley pervertida!” diría el diputado Bastiat, “Ley -y con ella, todas las fuerzas colectivas de la Nación- convertida en instrumento de todas las codicias, en lugar de frenar las codicias”, ley que, “puso la fuerza colectiva al servicio de los que buscan enriquecerse, sin riesgos ni escrúpulos, a expensas de las personas, las libertades y las propiedades de los demás”, ley que “protegió la expoliación [el robo] y le confirió categoría de derecho”.
De estas leyes estamos hartos los buenos empresarios, porque hacen perder la moral a las personas, crean conflicto entre dueños y empleados, y entre matrimonios, separan las familias y evitan la creación de empleo y riqueza para los pobres. Al final, todos perdemos. ¡Leyes miserables!
Octubre 16, 2020