Ignorancia económica y maldad política.
El estatismo es una ideología política muy dañina y malvada. Genera pobreza, desorden, injusticias y opresión. Se basa en el engaño y crea conflictos entre las personas y sectores de la sociedad. El salario mínimo, por ejemplo, recientemente incrementado por decreto en Guatemala, es una de sus tantas armas para animar el conflicto entre empresarios y trabajadores, y para engañar a la gente de que sus condiciones mejorarán.
Fotografía: elCato.
Bajo el estatismo, los salarios son establecidos por el Estado, son obligados mediante leyes. El salario mínimo y la intervención estatal en la economía genera desempleo, pues el aumento artificial de los salarios hace aumentar los costos de producción y por tanto ya no se produce igual o más, teniendo el empresario que dejar de contratar o despedir trabajadores. El salario mínimo por decreto, además, hace que suban los precios de todos los productos que consumimos y en consecuencia aumenta la pobreza.
Bajo el capitalismo liberal, el que es para todos, sucede lo contrario. El libre mercado fija el precio del trabajo (salario), sobre la base de lo que rinde el trabajador (productividad): cuando más productiva es una actividad económica más altos son los salarios, y son más bajos cuando es menos productiva. Bajo este sistema hay una movilidad natural de los salarios, unos suben otros bajan, dependiendo de la oferta y la demanda de trabajo. En el capitalismo los salarios se establecen de forma libre, pacífica y voluntaria, por tanto se consideran justos. Y cuando un empresario o un trabajador incumple un contrato de trabajo, entonces, es posible la intervención del Estado mediante sus jueces y cortes.
Lamentablemente, en Guatemala hay mucha ignorancia económica y abundante maldad política. Nuestra Constitución debe reformarse y el Código del Trabajo y el Convenio 175 de la OIT derogarse para que dejen de crear pobreza. ¡Solo el capitalismo liberal puede aumentar los salarios de todos!
Guatemala, 10 de enero 2020.
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