Dictaduras constitucionales

¿Buenas o malas? 

La respuesta a la pregunta en la entradilla de este artículo es: depende. 

Por dictadura entendemos un régimen de gobierno que suspende las garantías, derechos y libertades individuales. Es constitucional cuando se establece en una Constitución y tiene el respaldo de un órgano legislativo o Congreso. 

Nuestra constitución contempla en sus artículos 138 y 139 las “limitaciones a los derechos constitucionales” y los cinco estados de excepción para preservar y reestablecer el orden público. Estas medidas de orden público son buenas y hasta convenientes dentro ciertos parámetros o condiciones: 1) deben tener una causa justificada, 2) no se aplican a cada rato (no son recurrentes) y, 3) no son permanentes. Cuando no cumplen con estos parámetros constituyen un abuso de poder. 

Lamentablemente, en Guatemala, como en todos los países de América Latina, estas medidas de orden público se aplican con mucha discrecionalidad, sin motivos que las justifiquen y de forma recurrente. Dejan de ser medidas excepcionales para problemas excepcionales. Y lo que es peor: no se aplican bajo un sistema de gobiernos limitados, mercados libres y propiedad privada, sino bajo uno de gobiernos desbordados en atribuciones, poderes y recursos, mercados reprimidos y ausencia de respeto a la propiedad, convirtiéndose realmente en períodos de tiempo idóneos para la corrupción, el despilfarro y el acaparamiento de más funciones, libertades y dinero de los ciudadanos. 

Aclarado lo anterior, juzga tú mismo si la dictadura constitucional de “toque de queda”, “estado de calamidad” y “estado de sitio” decretada por las autoridades es buena o mala. Lo importante es que los guatemaltecos aprendamos a valorar y a hacer respetar nuestras garantías, derechos y libertades individuales.

Mayo 22, 2020

---

Credito a la imagen: TV Azteca Guatemala